La Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos, un grupo económico intergubernamental, acaba de reducir su pronóstico de crecimiento mundial a un nivel mínimo de una década.
La OCDE proyecta que la economía mundial crecerá sólo un 2,9% a finales del 2019, lo que sería el pronóstico más bajo desde 2009. En 2020, se prevé que el crecimiento alcance el 3%. Hace apenas 18 meses, la organización aún esperaba un crecimiento del 4% según el analisis de razones financieras recolectadas.
El crecimiento mundial del 3% o menos constituye una recesión, según las definiciones anteriores utilizadas por el Fondo Monetario Internacional.
Se espera que las naciones del G20 crezcan un 3,1% este año y un 3,2% el año que viene, según las perspectivas actualizadas. El crecimiento en Estados Unidos se redujo al 2,4% en 2019 y al 2% en el año siguiente.
La guerra comercial entre Estados Unidos y China y su impacto en la manufactura global y el crecimiento del comercio son los responsables de este sombrío pronóstico, según la OCDE. Brexit también sigue siendo un gran interrogante, y la desaceleración de la economía masiva de China presenta sus propios desafíos para el mundo.
Las continuas tensiones comerciales también están afectando a las inversiones y la confianza de las empresas, lo que no hace sino aumentar la incertidumbre. La lentitud de la inversión empresarial ha creado una brecha de inversión que tendrá un impacto estructural y a largo plazo en el crecimiento, según el economista jefe de la OCDE Laurence Boone. Esto podría significar que un crecimiento más lento se convierta en la nueva normalidad.
«Se necesita una respuesta urgente, de lo contrario corremos el riesgo de encontrarnos estancados en un largo período de crecimiento, cuyo impacto se dejará sentir principalmente entre los más vulnerables», dijo Boone en un artículo publicado en un blog.