La mediación se está convirtiendo en una nueva salida laboral para los abogados que, tras una serie de estudios requeridos para obtener la preparación de mediador, se han lanzado a este encontrar soluciones extrajudiciales a conflictos empresariales.

La mediación empresarial se presenta como un tipo de justicia alternativa, que podría llegar a evitar un gran número de litigios en los juzgados, y con unos resultados más duraderos y sólidos que los impuestos por un juez. Por este motivo, el Gobierno está tratando de impulsar los procesos de mediación, para conseguir descongestionar los juzgados mercantiles y agilizar los trámites de justicia. Motivos más que suficientes para que cada vez sean más los profesionales que decidan reorientar su carrera laboral a la mediación empresarial y conseguir una segunda oportunidad laboral.

Aquellos profesionales que quieran dedicarse a la mediación empresarial deben realizar una formación específica regulada en el Real Decreto Ley de Mediación Civil y Mercantil aprobado por el Gobierno a finales del año pasado. Los nuevos mediadores deberán realizar un curso de, al menos, 100 horas (teóricas y prácticas) impartido por instituciones debidamente acreditadas, y formado por conocimientos jurídicos, psicológicos, de técnicas de comunicación, de resolución de conflictos y negociación, así como de ética de la mediación.