Jesucristo dijo:

«Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace,
le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre
la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y
golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba
fundada sobre la roca.

Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace,
le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa
sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y
soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa;
y cayó, y fue grande su ruina.» (Mt. 7:24).

Amigo, seamos prudentes, ya que de no serlo, tarde o temprano,
va ha venir la tempestad, y la ruina y la verguenza será entonces
muy grande!