Más allá de ser pintor, escultor, dibujante y autor de un sin fin de logos, Gabino es un artista apasionado, con una capacitad y talento innatos, fomentados por su abuelo en su taller, así que es cierto, el talento se hereda. Trabajador, constante y paciente son características que definen a Gabino muy apreciado por los observadores de sus obras. Gabino emplea actualmente la técnica de pose y luz natural, lo cual hace que sus obras tengan aquel efecto antiguo. Cuerpos humanos desnudos y Ángeles son inspiración para sus representaciones. Se desenvuelve en la rama del Puntillismo, con colores brillantes gracias a los cuales sus obras son fáciles de reconocer.
Desde los 14 años aproximadamente se encuentra en el mundo del arte, encargado de las pinturas de su colegio. A pesar de que parte de su familia no quería que fuera pintor porque no lo veían como algo rentable, cambiaron de opinión con el éxito inmimente de Gabino, que demostró ser más que una promesa para el arte. De las de su autoría, su obra favorita es Las Tres Gracias, un cuadro manierista y sin modelo, tal cual como se pintaba en el siglo XIV. En este cuadro termina su etapa clásica e inicia con los puntos. Ha viajado y conocido muchos paises de los cuales ha conseguido inspiración, específicamente viviendo en Hungría y Bélgica. De su nuevo estilo podemos apreciar la alegría y positividad que quiere transmitir expresamente con su arte abstracto. Hay un cambio radical en la orientación de sus nuevas obras, posiblemente representado en un cambio personal de Gabino, algo en su forma de ver el mundo o en su espiritu que lo llevo a tomar esta decisión de cambiar mujeres e imágenes de la naturaleza por estos particulares puntos. Cabe destacar que su puntillismo no es figurativo, solo los puntos como tal representados con pinturas brillantes en el lienzo.